Skip to main content

99° aniversario del Sunderland Club de Villa Urquiza

De un día para el otro, el distanciamiento y el aislamiento por el covid-19 nos limitaron la relación con nuestros seres queridos, como también el vínculo con los clubes de barrio, justamente lugares muy importantes para el desarrollo de la vida social. En este contexto de pandemia, el Sunderland de Villa Urquiza cumple hoy 99 años.

“El club es mi segunda casa, el único que puede entrar soy yo porque tengo permiso y verlo vacío hace daño. Pese a todo, quiero mandarles un saludo y un muy feliz cumpleaños a los socios, hinchas y amigos, y decirles que vamos a volver”, le cuenta a nuestro periódico Juan Carlos Mastrangelo, su presidente.

La historia comienza en 1919, año en el que un grupo de jóvenes que jugaban al fútbol en unas canchas de Miller y Avenida Crisólogo Larralde tomó la iniciativa. Debido a la pasión que despertaba el deporte tomaron la decisión de fundar el club.

sunderland99 1

Como no contaban con los medios económicos suficientes fueron a ver a Mr. Pitt, un ciudadano inglés que tenía una quinta en la zona, quien les dio dinero para que puedan participar de un campeonato, y les indició que tenían que hacerlo como Sunderland, nombre con el que se fundó oficialmente el 15 de agosto de 1921.

Respecto de cómo subsiste a estos tiempos el club situado en la calle Lugones 3161, quien lo preside explica que “seguimos adelante con el trabajo y el esfuerzo de las distintas subcomisiones, las cuotas sociales, rifas y algún dinero que había ahorrado con el baby fútbol”. Además, cabe resaltar que el club tiene las puertas abiertas de su bar, a través del cual brinda el servicio gastronómico mediante la modalidad del delivery.

Al mismo tiempo, también en sintonía con el día a día de la institución, Mastrangelo destaca lo siguiente: “Quiero agradecer al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires  y al Gobierno Nacional por los subsidios que nos facilitaron la compra de materiales”.

Por su parte, Diego Avesani, director técnico de futsal, manifiesta lo siguiente: “Se extraña el día a día, el contacto con la gente, los dirigentes, los empleados y sobre todo los chicos, que son lo más importante que tenemos. También la pasión y el disfrute de esta profesión y la adrenalina de los días de competencia. Es algo muy importante en mi vida porque me da la posibilidad de desarrollarme como técnico, de ayudar y educar”. En cuanto a cómo continúa con la actividad explica que llevan a cabo prácticas y charlas por la plataforma digial Zoom.

Hoy no hay juntadas con mesas de truco. Hoy no hay asados eternos. Tampoco partidos de fútbol, ni charlas de buffet…pero sí hay festejo, especial por este contexto particular, pero festejo al fin, porque en esta realidad de aislamiento, el pueblo de Sunderland necesita y merece, de alguna manera, soplar las velitas de su amado club, ese que, como tantos otros, es sinónimo de familia y amistad, la antítesis del distanciamiento social.