Aseguran que el CEMIC Saavedra tiene ocupación del 95% en su terapia intensiva
La clínica situada en la calle Galván tiene elaborado un comité de ética para el caso en que el sistema colapse.
El temido colapso sanitario asoma en el horizonte de una de las mayores clínicas de la Comuna 12. El CEMIC de Saavedra tiene, a este martes 27 de abril, el 95% de su sala de Terapia Intensiva ocupada. La información la reveló la propia directora del nosocomio, Andrea Perrot, en diálogo con El Destape radio. La facultativa agregó que la sala de internación abocada a pacientes con coronavirus ya está llena, mientras que en las llamadas "Unidades de Terapia Intensiva", queda tan solo una cama disponible.
Perrot agregó que usualmente, la mortalidad de pacientes internados en el centro médico de Galván con COVID-19 positivo ronda el 6%. Pero que en la Terapia Intensiva, ese número se eleva al 30%. "Si vemos que el paciente está cerca de morir le permitimos a la familia que se acerque con cuidado para despedida", sostuvo.
La directora del CEMIC manifestó que aún no puede hablarse de colapso, porque ello se da "cuando no podemos anticipar una situación". "Por ahora las venimos anticipando", expresó, aunque afirmó que "dedicamos muchas horas de insomnio a pensar soluciones, en qué pasillo podemos inventar una cama". Aún así, la médica señaló que está ya elaborado en el centro de salud un protocolo dentro del comité de ética interno para ver a quién se le da un respirador o no, en caso de que escaseen. "Por ahora no tuvimos que usarlo", se sinceró.
En cuanto a esta nueva variante del virus, Perrot explicó las grandes diferencias que se ve en el cuadro de los pacientes."Tenemos un perfil de edades más jóvenes que en la primera ola. Ahora, el 75% de la gente en terapia intensiva son menores de 70 años, y casi el 85 por ciento de los internados por COVID tienen menos de 70", dijo, dejando entrever que la vacunación bajó los contagios en los octogenarios, aunque ello implicó internaciones más prolongadas y menos rotación en las camas.
La directora de la clínica privada describió con dureza la situación que vive todo el personal médico en estos tiempos. "Es duro, cansador, muchas horas de insomnio, pensar soluciones, en que pasillo podemos inventar una cama. Es algo que nunca pensábamos que íbamos a tener que vivir", afirmó. Sobre su caso personal, Perrot reconoció que incluso en su familia debe lidiar con el deseo de sus hijos, de edad adolescente, de evitar el aislamiento total recomendado para las actividades recreativas. "Ellos querían armar una juntada pero tuvimos que explicarle y lo entienden", dijo.