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El sueño de Lisandro: De Villa Pueyrredón a Stanford

Lisandro Acuña vive en Villa Pueyrredón con sus papás y su hermana, acaba de terminar el secundario y hace unas semanas, le confirmaron que tendrá una beca completa de 300 mil dólares (US$80 mil por año) para comenzar la carrera de Symbolic Systems (Sistemas Simbólicos) en la Universidad de Stanford.  

 

 

Hace algunos meses ya fue noticia al quedar como finalista entre los mejores estudiantes del mundo del Global Student Prize. LLegó a competir en el Mundial de Matemáticas de 2020 y creó junto a tres amigos “Lecto”, una aplicación gratuita que consiste en un editor de texto con características especiales que facilitan la lectura y la escritura a personas con dislexia.

lisandroacuñaCreó junto a sus amigo -Lecto-  una aplicación que consiste en un editor de texto que facilitan la lectura a personas con dislexia Foto: TN 

 

Su mamá Gabriela en diálogo con TN expresó que desde chiquito siempre se destacó: “Fue abanderado en el jardín, pero jamás pensamos que iba a  ir a la universidad de sus sueños. No teníamos los medios para luchar por ello. Si algo lo caracteriza es que es perseverante y busca lo que quiere hasta que lo encuentra”.

 

Y ahí fue Leandro por su sueño, “Para mi familia era imposible pagarlo, cursar en esa facultad cuesta 80 mil dólares al año”, Fueron meses de trabajo, primero para aplicar a la universidad - con la ayuda de otra beca que obtuvo de la Embajada de Estados Unidos - y después para postularse.  Entregó dos exámenes y varios ensayos sobre su vida en noviembre de 2021. Sin certezas de conseguir la beca, ni siquiera de entrar en la universidad porque aceptan a uno de cada 20 postulantes.

 

El 15 de diciembre llegó el gran día, todo su esfuerzo, su sacrificio, sus ilusiones y su talento, parecían abrazarse contenidos en esos ojos espectantes que miraban fijo la pantalla de su computadora. Le pidió a un amigo que estuviera con él en ese momento, cuando llegara la notificación de la aceptación o rechazo. 

 

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Monento exacto que se entera de que fue aceptado por la Universidad de Stanford Foto: TN

Para su alegría, la de su familia entera y sus amigos, ese miércoles por la noche, leyó la palabra “Congratulations” que era un rotundo sí y estalló la emoción y la alegría en un hogar de clase media de Villa Pueyrredón, donde el triunfo de uno, era el triunfo de todos.

 

Los papás de Lisandro tenían mucha fe de que lo iban a aceptar. Sin decirle nada, invitaron a los familiares más cercanos que esperaron detrás de la puerta de entrada para que si era admitido, celebraran con él.  “Cuando llegó la noticia éramos como 30 festejando en mi habitación. Yo seguía sin caer, era un sueño enorme para mí que se hacía real. Estaba en las nubes. Fue un día muy emocionante y toda la siguiente semana yo seguía llorando de la emoción y recordaba todo lo que me había preparado para eso”, recuerda el joven.

 

Ese 15 de diciembre a las 9 de la noche, “el sueño de Lisandro, se hizo realidad” le confirmaron que lo esperaban en septiembre para comenzar la cursada en la Universidad de Stanford, California, Estados Unidos. Lo imposible, él lo hizo posible.

 

La carrera que estudiará mezcla neurociencia con programación: “Estudia la mente desde la computación y la inteligencia artificial. Me interesa mucho porque desde muy chico me gusta mucho la matemática y cómo se aplica la inteligencia artificial para hacer algoritmos es algo que me fascina”, explicó Lisandro.

 

Sus papás Adrián y Gabriela recuerdan que “Era muy chiquito cuando participó de su primera olimpiada de matemáticas. “Era un enano en las primeras que empezó a ganar, era algo impresionante. Me acuerdo de verlo en puntitas de pie en un aula magna. Él todo chiquitito anotaba en los pizarrones sus ejercicios y los defendía delante de otros alumnos y profesores”.

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A los 10 años, el chico les dijo a sus padres que quería estudiar la secundaria en la ORT. Sus padres no sabían dónde quedaba y empezaron a averiguar. “Sabíamos que no estaba a nuestro alcance, pero los sueños de Lichu siempre fueron así y le pedíamos a Dios que nos ayude. Pudo hacer una inscripción y lo becaron. Fueron 5 años excelentes”.

 

¿Por qué Stanford?

Su papá  afirma que su hijo eligió Stanford por el polo tecnológico de Silicon Valley: “Sabíamos que la capacidad le daba y teníamos que volver a empezar otra vez para conseguir las becas porque no había otra manera de costearlo”.

 

Por su parte, su mamá destaca no solo el nivel académico sino la calidad humana de Lisandro. También su vocación de servicio para ayudar a sus compañeros de colegio que lo llevó a idear aplicaciones para hacerle más fácil la vida a otras personas.