La discusión por la VTV llega a la Legislatura
La reglamentación de la ley que impone controles periódicos a los autos y motos radicados en la ciudad lleva tres años de demora. Son los mismos controles mecánicos que ya están vigentes en varias provincias, incluso en Buenos Aires. Aunque el costo del trámite oscila entre los 90 y 110 pesos para autos y 35 para motos, no está previsto que completarla tenga algún beneficio para el pago de patentes. Tampoco está definido quiénes serán los encargados de realizar los chequeos. El macrismo propone que sean empresas privadas las concesionarias del servicio y que se monten centros de chequeo, mientras que un sector de la oposición plantea que sean los talleres mecánicos barriales los que estén habilitados para otorgar la VTV.
La Verificación Técnica Vehicular (VTV) será a partir de este año obligatoria para vehículos y motos patentados en la Ciudad de Buenos Aires. Aunque la ley estaba vigente en la ciudad, su reglamentación llevaba tres años cajoneada. Luego de haber conseguido la unificación de las elecciones comunales con las porteñas, el Ejecutivo envió a principios de abril a la Legislatura los pliegos para la licitación del servicio que realizará la VTV, en lo que según cálculos estimativos, implicaría el control sobre más de un millón de autos y cerca de 100 mil motos radicadas en territorio capitalino. “Por lo que venimos conversando con los otros bloques no creo que tengamos problemas en que se apruebe”, comentó a “EBC” Avelino Tamargo el legislador PRO que ha sido impulsor de la iniciativa que ahora tendrá tratamiento legislativo. Desde la oposición, el diputado de la Coalición Cívica Sergio Abrevaya anticipó que se opondrán a que sean solo empresas privadas las que concentren los controles, y propondrán que los talleres mecánicos barriales puedan brindar ese servicio.
A pesar de que la Legislatura porteña aprobó la ley 2265 en diciembre del 2006, todavía no fue reglamentada en la ciudad, a diferencia de lo que sucedió en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán, Río Negro y Neuquén, donde está vigente desde hace varios años. Las autoridades porteñas estiman que una vez que la Legislatura apruebe los pliegos para la licitación, ya que las concesiones serán por 10 años, la VTV se pondrá en marcha. El proyecto tendrá como objetivo controlar a los autos particulares con más de tres años de antigüedad o más de 60 mil kilómetros, y para el caso de las motos, solo las que tengan más de un año de rodadas. El nuevo gravamen que afectará a los porteños, tendrá similares costos a los de los vecinos de otras jurisdicciones del país: entre 90 y 110 pesos para autos o camionetas de hasta dos ejes y de 35 pesos para las motocicletas, cifras que aún están por definirse. La reglamentación de la VTV es una asignatura pendiente que el macrismo debió haber subsanado desde hace tres años. En diciembre pasado, el legislador Daniel Amoroso, del bloque de Francisco de Narváez presentó un pedido de informes para conocer las causas de la demora en su puesta en vigencia.
“No está previsto en principio que cumplimentar con la VTV otorgue algún tipo de descuento en la patente de los vehículos”, reconoció Tamargo ante la consulta de la Cooperativa EBC por las ventajas que se ofrecen en otros distritos. Esta parece ser la primera desventaja de la aplicación de este sistema en la ciudad, ya que los vecinos tendrán que sumar este costo anual al mantenimiento de sus vehículos. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, donde los autos que deben completar la VTV tienen sus patentes municipalizadas, el hecho de cada año verificar el estado técnico de sus automóviles les permite descontar un 50 por ciento del total de la patente anualizada, si es que se elige pagar el monto total de la patente, en un solo pago. En la Ciudad, no está previsto que esto suceda, es por eso que se evalúa que el costo de su realización esté por debajo que en el conurbano y en las provincias. El proyecto de pliegos y licitación ingresó a la Legislatura el 4 de abril y será girado para la discusión en el marco de la comisión de Tránsito y Transporte, antes de poder pasar al recinto.
En los aspectos mecánicos del control, se prevé que estén centrados en la verificación del sistema de suspensión; dirección y tren delantero; chasis; neumáticos; luces; estado general del vehículo; frenos; emisión de gases; nivel de ruido, y del sistema de seguridad y emergencia. Según establece el texto de la ley, si el vehículo por algún motivo no aprobara la verificación técnica, tendrá un plazo de 60 días para realizarla nuevamente en forma gratuita, luego de lo cual tendrá que volver a abonar el gravamen. Esto también implica que si se lo detuviera en la calle y se detectara que no cumple con este requisito y podría constituirse en un peligro para la circulación, el vehículo será retenido por la autoridad competente. El problema que se vivió durante la última temporada de verano fue que en muchos casos, los controles vehiculares de las rutas provinciales, retenían los registros de los porteños por no tener cumplimentada la VTV tal como fija la ley. El requisito era hasta ahora de cumplimiento imposible para los vecinos de la ciudad, lo que también motivó una queja de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad por la injusta sanción a quienes vacacionaban con sus vehículos. “Hubo problemas todo el verano para los porteños que salieron de Buenos Aires, por los controles en las rutas provinciales que exigían el certificado de VTV. En noviembre pasado el Gobierno sacó una resolución eximiendo a los vehículos patentados en capital pero el efecto es solo en este distrito, en la provincia esa resolución no tiene ninguna validez”, remarcó Abrevaya.
A partir del 2011, con la reglamentación de la norma, los porteños deberán realizarla con una frecuencia de al menos cada dos años, aunque también es algo para lo que no hay pleno acuerdo. Según Tamargo "La reglamentación se demoró porque es difícil encontrar en la Capital Federal un lugar que reúna las condiciones adecuadas para realizar la VTV. Ahora que se están adecuando lugares para hacer los centros de verificación ya podemos mandar los pliegos a la Legislatura", argumentó. Aunque la piedra de la discordia entre oficialistas y opositores es ahora quiénes estarán a cargo de los chequeos.
Varias empresas privadas se han mostrado interesadas en brindar el servicio por la magnitud del parque automotor capitalino. La concesión será por 10 años con requisitos específicos de instalación y adecuación de los lugares donde se llevarán a cabo los controles, que tendrán un horario de atención del público de 8 a 18 hs de lunes a viernes y los sábados de 8 a 13 hs. El macrismo aspira a tener dos grandes centros montados con seis líneas de verificación, tres medianos con cuatro líneas y seis pequeños centros con dos líneas de chequeo cada uno. Hoy además se hacen controles esporádicos al transporte público –taxis, remises y escolares-- a través de la Sociedad Argentina de Control Técnico de Automotores (Sacta). Lo mismo sucede con los colectivos, pero la falta de cumplimiento de sus requisitos no es un impedimento para circular ya que es evidente el deterioro de algunas unidades, pero sobre todo la cantidad de emanaciones tóxicas que emiten, colaborando con la polución que impacta en la ciudad. “Nosotros vamos a proponer que no sean nueve empresas privadas las que estén a cargo de la VTV, sino que se cierre un acuerdo con la cámara de talleres mecánicos para que sean los de cada barrio quienes estén habilitados para hacer los controles y entregar la oblea”, anticipó Abrevaya. Para esto, explicó que es necesario que se establezca un estándar para que los vecinos puedan cumplimentar el trámite en los talleres de su confianza. “Concentrar la VTV en empresas no tiene sentido, es menos mano de obra y es un negocio para uno solo como ahora es para los taxis”, indicó el legislador de la Coalición Cívica. En ese sentido aseguró que se convocará a la federación de talleres mecánicos a la Legislatura para que aporte su visión. “No creo que salga en menos de dos semanas, hay mucho para discutir, pero seguro este año se reglamenta”, concluyó.