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La pandemia provoca otro cambio en Villa Urquiza: "La Imperial" ahora venderá carne, fiambres y vinos

La brutal crisis económica derivada por la pandemia traerá  otro cambio en el centro de Villa Urquiza. La tradicional confitería "La Imperial", situada en Monroe entre Díaz Colodrero y Pacheco, se reconvertirá y pasará a vender alimentos de alta gama y vinos. 

 

El local es emblemático del barrio, tiene más de cincuenta años y por su ubicación estratégica, recibía a centenares de vecinos o transeúntes, en el servicio de bar. Además, la confitería se destacaba también por sus tortas o dulces, dentro del rubro de la pastelería. Sin embargo, los más de 100 días de cierre, y el horizonte que marca lejana la posibilidad de que el lugar vuelva a funcionar a pleno, forzaron a sus encargados a tomar la drástica decisión.

 

Desde los próximos días, el negocio de Monroe 4947 venderá diversos productos como vinos, delicatessen y fiambres de alta gama, siguiendo el modelo de otros comercios que ya lo hacen en el barrio. Además, la oferta incluirá también comidas al paso para poder retirar. 

 

Los propietarios de "La Imperial", asimismo, tendrán abierto también otro local, sobre la misma avenida pero en la zona de la estación ferroviaria, llegando a Bauness. El mismo vendía hasta ahora comida al peso, pero será una carnicería.

 

En diálogo con este periódico, el secretario de la Asociación de Comerciantes de Villa Urquiza, Julio Haddad, destacó que la decisión de "La Imperial" "es un ejemplo de cómo nos reinventamos los comerciantes". "Es una decisión además de rápida, ingeniosa, que trae una gran inversión. Nosotros no nos quedamos con los brazos cruzados, y durante la pandemia nos matamos para poder subsistir para mantener las fuentes de trabajo y el servicio", afirmó. 

 

Días atrás, este periódico había informado del cierre de la "Accademia de pizzas". El conocido restaurante estaba situado en la estratégica esquina de Triunvirato y Olazábal, y decidió no volver a abrir sus puertas. De hecho, el local ya se ofrece en alquiler. Un final similar corren muchos comercios urquicenses, afectados por la crisis sanitaria sin precedentes de estos últimos meses.