
Hay espacios que son símbolos de un barrio y generan identidad entre sus habitantes, el club, el cine, la biblioteca, la plaza, etc. En Villa Urquiza hay un lugar que su historia atraviesa a varias generaciones de vecinos, y que está muy presente en la memoria colectiva de sus habitantes. La Sala de Asistencia Médica General Urquiza (el “hospitalito”) era un centro de salud solidario que se construyó con el aporte y la voluntad de los vecinos nucleados en el Círculo 9 de Julio, allá por 1941 y que alcanzó su estructura actual en 1969. Supo contener hasta 5 mil pacientes mensuales y alcanzó los 1300 socios, hasta que el año 2007 se vio obligado a cerrar sus puertas debido a exigencias municipales (tras el efecto cromañon) y desmanejos administrativos de la comisión directiva que lo conducía por aquél entonces. Sus paredes, encierran historias de sueños, frustraciones y luchas que se podrían plasmar en una película. Hoy está en riesgo de desaparecer para siempre, debido a embargos que pesan en sus “espaldas”. Como en todo film, hay héroes y villanos que protagonizan la historia. Y los que hoy aportan la “luz de esperanza” son los vecinos que luchan (desinteresadamente) para recuperar este espacio, donando su tiempo, energía y hasta plata de sus bolsillos, con el único objetivo de que el “Hospitalito” vuelva a funcionar con el mismo espíritu solidario que lo pensaron sus fundadores, y no termine siendo un lugar de comercio y lucro. “Esto va más allá de los judicial o económico, es la lucha por recuperar parte de la memoria del barrio y de que no se quiebren los sueños…”, aseguran.