Conocé la intimidad de la reapertura, qué paso con las demandas vecinales, los compradores y la aparición de una nueva constructora que entra en escena.
Luego de varias polémicas judiciales, se reanudaron las obras en el predio de la Villa Roccatagliata y se estima que en diciembre iniciarán la etapa de la construcción, según confirmaron los trabajadores del lugar.
Desde la semana pasada se pueden ver los primeros movimientos en la esquina de la Av. Balbín y Roosevelt, en el barrio de Coghlan, lugar en que el se comenzaron a edificar dos grandes torres que conformarán el desarrollo urbano que hace más de diez años busca consolidarse, pero que por diferentes cuestiones judiciales no ha podido finalizar.
La propuesta inmobiliaria fue desarrollada por el grupo KWZ (Kaufman, Wainstein, Zelwianski), Natal Inversiones, Qualis Development S.A., Estudio Brodschi, Juan Carlos y Ezequiel Fernández y Palacio Roccatagliata S.A. Se trata de un emprendimiento de lujo conformado por 350 viviendas de uno, dos, tres y cuatro ambientes con amenities y vista panorámica que componen los dos sectores: Sky View y Palace, dos edificios de 28 y 13 pisos cada uno. Desde un primer momento, la situación despertó el malestar de los vecinos que plantearon dos cuestiones específicas, por un lado, el impacto ambiental negativo de las torres que, además, no respeta el Código de Planeamiento Urbano; por otra parte, el futuro de la casona histórica, construida en 1900, que está protegida por su valor patrimonial.
DEMANDAS INICIALES Y APELACIONES
Lo cierto es que con la reanudación de las obras se vuelven a anteponer los intereses de las diferentes partes (dueños, desarrolladores, compradores y vecinos) que vienen confrontando durante la última década. Hablamos con Isabel D´Amico, escritora y una de los diez vecinos que iniciaron las demandas judiciales: “Esta obra, en realidad, no debió haber existido porque al ser el Roccatagliata un edificio catalogado en 2013 con un valor histórico, testimonial y de identidad barrial, y ocupar más de 2000 metros cuadrados, por las dos condiciones debió haber pasado por la Legislatura en un procedimiento de doble lectura. Y esto no lo hizo”, explicó D´Amico en relación con los 2500 metros que ocupa la parcela.
“En la denuncia que hicimos había tres arquitectos, yo era la voluntad de la vecina común, pero había gente que sabía perfectamente que todo era ilegal. Todas las normas incumplieron. Por ejemplo, la audiencia que vamos a tener el 27 de noviembre por la Costanera tendría que haberla tenido este espacio y no la tuvo, la saltearon también. Porque ahí se escucha la opinión de los vecinos”, mencionó en relación con los procesos que debieron haberse realizado y que fueron incumplidos por las partes involucradas.
En septiembre de 2013, legisladores porteños aprobaron la Ley N° 4687 que cataloga a la casa con Nivel de Protección Cautelar. Sin embargo, la norma habla de ´edificio´ (fue cambiada, antes era ´inmueble´), haciendo referencia al palacio en sí, lo que permitió que se avanzara en la construcción en el resto del predio que no tenía protección cautelar.
En 2016, el titular de la Fundación La Alameda y ex legislador, Gustavo Vera, presentó un recurso de amparo argumentando que la construcción excedía la altura permitida y superaba el metraje habilitado para edificar. El Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario N°8, perteneciente al Poder Judicial de CABA y precedido por el Juez Osvaldo Otheguy, falló a favor del pedido de Vera y los vecinos y paralizó la obra porque violaba el Código de Planeamiento Urbano. Los desarrolladores del proyecto y el Gobierno de la Ciudad apelaron la decisión, pero la Sala III de la Cámara de Apelaciones, compuesta por los jueces Hugo Zuleta, Gabriela Seijas y Esteban Centanaro, ratificó el fallo por unanimidad, en 2017.
Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad autorizó la reanudación de las obras a fines de 2019, dejando sin efecto un nuevo recurso presentado por Vera en 2018 para llevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, ya que el TSJ ese mismo año había revocado la sentencia del juez Otheguy.
DENUNCIAS DE AMENAZAS
Entre los diez vecinos que iniciaron las demandas judiciales, se encuentran dos grupos barriales, la Asociación Civil “Basta de Demoler” y la Asociación Civil “Amigos de la Estación de Coghlan”, además de Isabel que dio detalles sobre el tema: “Lo peor que vivimos fueron las amenazas. Nosotros tuvimos 6 audiencias. Los dueños de la desarrolladora Roccatagliata S.A. nos amenazaron con ejecutarnos nuestros bienes por la demora en la construcción. La amenaza fue hace más de tres años, cuando la obra estaba parada y ellos querían que no habláramos más en público. De hecho, éramos casi 10 vecinos, pero solo yo hablaba públicamente”.
Por otro lado, argumentó que el sueño vecinal para la esquina tan cotizada era una plaza y un centro cultural, ya que Coghlan tiene solamente 0,35 % de espacio verde, y esto hubiese sido una gran oportunidad.
Pero D´Amico reconoció que el miedo a represalias fue y es grande: “Estos tipos amedrentan feo. Nos publicaron los nombres de los que habíamos intervenido frente al edificio. A Vera, en su momento, le ofrecieron dos departamentos para que se dejara de hinchar y que continuara la obra”, sostuvo sobre los amedrentamientos que, incluso, pudieron verse un tiempo en un cartel firmado por “compradores autoconvocados hartos de demoras”, en alusión a los 270 compradores, muchos de los cuales son representados por el abogado Facundo Etchenique en un reclamo contra los desarrolladores por las demoras en las obras.
SITUACIÓN ACTUAL Y NUEVA CONSTRUCTORA
A pesar de que los vecinos admiten contentarse con que la construcción se termine en la altura ya establecida y no continúe hasta llegar al piso 28, los trabajos se reanudaron y en la escena aparece un nuevo protagonista, DAV Construcciones.
Hablamos con Luis Gómez, encargado de la parte de Higiene y Seguridad de la empresa, que actualmente es la principal constructora a cargo de la obra que, parece ser, está en su última etapa.
“Se comienza con una limpieza para después sí retomar la obra. En este momento se limpia porque hubo varios ocupas, se saca todo material viejo, maderas, colchones y demás. El proceso de limpieza puede durar hasta tres semanas más, como mucho. La idea es reanudar la obra en sí en diciembre, pero para ello tiene que haber la instalación de una grúa para trabajar desde el piso 13 en adelante. Y luego será la rutina de obra”, explicó en relación con los pasos a seguir y los plazos de entrega. Además, admitió que cuando llegaron a trabajar unos días atrás, aunque la gente que ocupó el lugar no estaba, se sorprendieron porque habían quemado de todo y que resultó difícil el primer panorama.
Cuando consultamos sobre las protestas, Gómez dijo que “ahora no hay protestas con los vecinos porque solo estamos limpiando” y que “ahora los problemas legales quedaron solucionados”. Finalmente, ahondó en un punto importante sobre la publicidad: “Los carteles que aparecen ahora son viejos, pero después ya se van a ver los carteles de DAV Construcciones. Nosotros a la gente de la constructora original no los conocemos, y de la historia conocemos pocos”, detalló a la vez de remarcar que la empresa hoy solo se dedica a limpiar, readecuar y dejar todo en condiciones para construir porque son ellos los que van a estar hasta que las torres que rodean al Palacio Roccatagliata estén en condiciones de habitar.
En un 2020 que nos sigue sorprendiendo, pareciera ser que la novela del Roccatagliata empieza a escribir su capítulo final. Independientemente de los roles que han asumido las partes, como toda historia hay vencedores y vencidos. Todo indica que, una vez más, el barrio pierde la oportunidad de vislumbrar una esquina dedicada a la cultura, el arte y los espacios veces que con el tiempo se van extinguiendo. Muy pronto sabremos si el "cielo" se vuelve privilegio para los pocos que puedan pagarlo.