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Presupuesto 2013: El juego de las diferencias

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La pauta de gastos fue aprobada apenas al límite de la mayoría simple ante la falta de consensos en algunos rubros. El macrismo defendió el proyecto de más de 40 mil millones en gastos y remarcó el incremento en partidas destinadas a la Educación y a la Salud. Desde la oposición volvieron a cuestionar la posibilidad de reasignar partidas y que la Ciudad continúe con un proceso de endeudamiento. La controversia por el ABL también se coló en el debate.

 

El 14 de diciembre la Legislatura porteña terminó por votar el Presupuesto 2013 para la ciudad pero abrió una nueva polémica con la oposición. La pauta presupuestaria que estimó gastos y recursos por más de 40 mil millones de pesos, continuó la saga de sesiones nocturnas que, el último año ocupó a los legisladores hasta altas horas de la madrugada. Terminó por aprobarse por 31 votos a favor, 22 negativos y tres abstenciones a las 3.15 de la mañana.

Lo exiguo del margen de voluntades a favor de su sanción –lo justo para la mayoría simple- evidenció las dificultades del PRO para consensuar un proyecto, que tuvo objeciones varias, sobre todo en la forma de direccionar los recursos porteños.

En paralelo, se disparó la controversia por el abultado aumento de la tasa de Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL), en rigor, aprobado de forma plurianual el año anterior, pero que comenzó a tener vigencia en la primera facturación de enero, con la condena de vecinos y opositores porque en la práctica refleja aumentos superiores a los reconocidos por la administración que conduce Mauricio Macri.

Una vez más, y como viene sucediendo en los últimos años, el PRO recibió los mismos cuestionamientos sobre el manejo de la pauta de gastos.

En la misma sesión también se aprobó la modificación al Código Fiscal que determina los impuestos obligatorios y Ley Tarifaria 2013 que determina las alícuotas correspondientes a cada uno.

La cifra total de gastos será de 40.549.912.585 pesos, un 20 % mayor al Presupuesto 2012. En los papeles, las prioridades de la gestión macrista para el próximo año, expresadas en los lineamientos centrales de la ley son las necesidades de infraestructura, servicios y tecnología que hoy afronta la Ciudad.

A favor votaron los bloques PRO, y sus aliados de Bases para la Unión y el determinante fue un diputado de la UCR, que facilitó la mayoría. Los 22 votos negativos fueron de los bloques Frente para la Victoria, Buenos Aires para Todos, Proyecto Sur, MST en Proyecto Sur, Nuevo Encuentro y Frente Progresista y Popular, además de las 3 abstenciones de los bloques Coalición Cívica y de paradójicamente, del otro diputado que integra el bloque de la UCR.

El presidente de la Comisión de Presupuesto, Rogelio Frigerio (PRO), destacó la "sana costumbre de que todos los Ministros de Gobierno asistan a la Legislatura para informar la ejecución presupuestaria y la solicitud de gastos, lo que no ocurre en otras jurisdicciones".

A su vez, aprovechó para que "soliciten al Gobierno Nacional avales para autorizar crédito destinado a obras". Se refirió también al total de la presión tributaria en la ciudad y sostuvo que es del orden del "5,1%, menor a la de las provincias de Buenos Aires y Córdoba".

Destacó que el Presupuesto es "equilibrado" y remarcó que "se incorporaron pedidos y solicitudes de todos los bloques buscando mejor calidad de vida para los ciudadanos".

No alcanzó a convencer a los opositores.

GASTOS.

En el rubro Educación, el macrismo aduce que se destinará un 25% del total de lo presupuestado, para desmentir el poco énfasis que se le critica a la gestión de la educación pública desde 2007. El punto crítico en este ítem es el de las transferencias –vía subsidio- al sector privado de los colegios porteños, una constante de los últimos años que ha ido en ascenso. La previsión del PRO incluye 100 millones de raciones de alimento y una matrícula de más de 250 mil alumnos en el sector inicial de la educación.

En cuanto a Salud, se prevén 8.400 millones de pesos para dar continuidad a la reforma de la atención para satisfacer las más de 6 millones de consultas que se registran en los consultorios externos, o las más de 200 mil internaciones.

En Promoción y Acción Social se registran los programas “Ciudadanía Porteña” y “Fortalecimiento a Grupos Comunitarios”, se proyectan gastos para asistir a 90 mil hogares y ayudar a más de 220 mil personas que están bajo la línea de pobreza.

En otro de los rubros más polémicos que es la Vivienda, se calculan $1.098,8 millones para los programas ejecutados por el Instituto de la Vivienda y las obras de recuperación de la antigua AU3, entre otros. Finalmente, para agua potable y alcantarillado se prevé destinar 205 millones en obras.

Uno de los pilares del perfil de gestión que ha intentado caracterizar Macri se apoyó en la Seguridad que para 2013 contempla un presupuesto de 2.038 millones de pesos, 457 millones más que el año anterior, es decir un 29% arriba y en término generales, un 5% del total del Presupuesto. El eje será, obviamente, la extensión de la Policía Metropolitana.

En materia de Infraestructura, el proyecto aprobado agrupó las obras en dos tipos: las de movilidad sustentable, en las que se incluyen las inversiones para el subterráneo (algo aún en el eje de la discusión por la tirantez política con el gobierno nacional), a las cuales se destinarán en teoría, 850 millones de pesos; las de pavimento, veredas y bacheo, con 605 millones; las obras de ordenamiento del tránsito, con 300 millones y la inversión para peatonalización del microcentro y otras obras, con 153 millones.

El segundo grupo son las obras de infraestructura social, con un presupuesto cercano a los 1.650 millones de pesos, 490 millones para obras de vivienda y urbanización de villas; 390 millones para obras y mantenimiento de escuelas; 420 millones para obras, mantenimiento y equipamiento de hospitales; 70 millones para equipamiento médico y 280 millones para otras obras de infraestructura social.

Las voces opositoras pusieron en duda qué porcentaje de todas esas inversiones se harán efectivamente, y si se desandará el camino de subejecución presupuestaria en áreas sensibles que ha sido cuestionado desde 2007 en adelante. 

Párrafo aparte mereció la categoría Ciudad Verde que ocupará un lugar central en la administración porteña de este año. Allí estará englobado todo lo referido a Higiene Urbana, lo que comprende la contenerización y el programa de recicladores urbanos; el plan Mejor en Bici, que contiene la red de ciclovías y las estaciones para uso gratuito de bicicletas; además de las obras y acciones en plazas y parques.

También bajo el mismo rótulo, con el apartado “Ciudad Moderna” se agruparon las acciones para facilitar los trámites mediante implementaciones tecnológicas para agilizar tiempos y la participación ciudadana.

Dentro de los principales cuestionamientos que le hizo la oposición al PRO se destacaron el aumento de los contratos con las empresas de la basura, la subejecución de presupuesto en infraestructura para educación, salud pública y vivienda, el aumento del presupuesto para el sector privado en educación, la inclusión de la venta del Edificio del Plata para la construcción del Centro Cívico en los terrenos del borda, “los aumentos indiscriminados en los impuestos”, y la posibilidad de contraer préstamos con organismos multilaterales de crédito para financiar el servicio de subterráneo (que luego sería aprobada su transferencia, al filo del 2012), como así también para la construcción del metrobús y ciclovías.

También criticaron la designación del 0.6% del total del presupuesto para el desarrollo de las comunas, que podía ser de hasta un 5% como lo establece la Ley de comunas 1777, algo que visualizaron como una falta de interés del oficialismo en el desarrollo de las comunas, una denuncia repetida desde la elección de sus autoridades en 2011.

La discusión sobre la posibilidad del Ejecutivo para reasignar partidas de los Ministerios a otros en la parte salarial sin consulta de la Legislatura también motivó cruces. Legisladores opositores resaltaron además que no contempla una pauta inflacionaria real, y esconde un gran endeudamiento para la ciudad.

RECAUDACION.

Con la aprobación también de la Ley Tarifaria para ese año y el Código Fiscal, el Ejecutivo porteño previó recaudar a través de la principal fuente de recursos que es el impuesto a los ingresos brutos, 25.387,3 millones de pesos; un 21,1% más que en 2012. En este sentido, la ley incluye  cambios en grandes contribuyentes de las actividades financieras, aseguradora, telefonía móvil, servicios y construcción, y permiten equiparar las alícuotas a las establecidas en la Provincia de Buenos Aires. Estos ajustes representarían 623 millones adicionales.

 

EL ABL DE LA DISCORDIA.

Según el proyecto votado, la actualización del ABL en promedio, se calculó como un 23% de aumento en un millón ciento setenta y siete mil partidas. Esto supuestamente aseguraría que “un 26% de las partidas no tienen cambios porque siguen exentas o no aumentan; el 46% se ajustará entre 1 y 30 pesos mensuales; 210 mil partidas (o sea, el 12%) tienen un incremento de entre 31 y 60 pesos. El 16% de las partidas se incrementa más de $60 por mes".

La recepción de las primeras boletas por parte de los vecinos gatilló la discusión sobre aumentos muy superiores a los anunciados, que treparon hasta el 86% en algunos casos. A modo de justificación, los voceros del macrismo adujeron que de cualquier manera, ningún porcentaje excedió el 1% anual del valor de mercado de la propiedad, similar a los valores que se manejan en otras capitales mundiales.

 

VOCES DE LA OPOSICIÓN

El presidente del bloque Buenos Aires para Todos, Fabio Basteiro, se opuso al Presupuesto porque, dijo, "no incorpora los gastos por aumentos salariales, pero no hacen lo mismo con los grandes contratistas, y no considera la inflación para actualizar los gastos sociales".

El diputado Rafael Gentilli en nombre del bloque Proyecto Sur, agregó que se negaba a avalar "que la deuda adquirida para obra pública, que no se realiza, sea reconvertida para gasto corriente", uno de los ítems más controvertidos del proyecto.

En nombre de la Coalición Cívica, Rocío Sánchez Andía, subrayó una baja en el gasto social por lo que pidió la vuelta a comisión del expediente.

El Diputado Aníbal Ibarra (FPP), quien lo calificó como "una ficción", consideró que va a ser "deficitario en cerca de 3000 millones de pesos" y consideró que el "endeudamiento no es aplicado a un shock en obra pública sino para luminarias o bicisendas" y también solicitó la vuelta a comisión del proyecto. 

Por su parte, María José Lubertino (FpV) criticó el proyecto por incluir "un impuestazo y un ABL, cada vez más regresivo".

"Este presupuesto lo único que contempla son recortes y endeudamientos para la Ciudad. Sigue con la misma política neoliberal y privatista que viene desarrollando el PRO, que subejecuta las partidas presupuestarias de Educación y Salud y desarticula los sistemas públicos de la Ciudad, para financiar con los recursos del Estado al sector privado", sostuvo a su vez, la diputada por el Partido Socialista Auténtico, Virginia González Gass.

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