Dos niños y un adulto murieron esta madrugada en un departamento que habían alquilado en este barrio de la Comuna 12.
La Comuna 12 se encuentra enlutecida después de la triste tragedia ocurrida en la madrugada de este sábado 15 de julio, cuando tres personas murieron en Coghlan producto de la inhalación de monóxido de carbono. Se trata de un adulto y dos niños, que provenientes de Neuquén, habían alquilado una propiedad en este barrio para pasar las vacaciones de invierno. Su deceso renovó las advertencias de los especialistas sobre la precaución que debe tenerse para evitar la intoxicación con este gas letal.
La tragedia se dio en el departamento "C" de Planta Baja del edificio situado en Tamborini al 3700, entre Naón y Washington. Un allegado a las víctimas avisó a la Policía de la Ciudad que no tenía respuesta por parte del adulto y pidió su intervención. El personal que se acercó al domicilio tuvo que forzar la cerradura para poder ingresar y al hacerlo, encontró los cuerpos. No había signos de violencia ni elementos faltantes, al tiempo que se percibió un inmediato vapor al abrir la puerta.
Faltan realizarle las pericias finales a los fallecidos, pero todo indica que fueron víctimas de inhalación de monóxido de carbono. Se trata de Mauro Ariel Campos, de 45 años, y sus hijos Benjamín y Santiago, de 12 y 8 años, respectivamente, quienes oriundos de Neuquén, se habían acercado el pasado miércoles a la Ciudad de Buenos Aires para disfrutar del receso invernal.
El personal policial y el Grupo Especial de Rescate Saavedra de Bomberos de la Ciudad que ingresó a la vivienda detectó que todos los ambientes estaban cerrados y localizaron un pequeño escape de gas de la llave de paso, ubicado debajo del calefón. Respecto al hecho, se abrió una investigación por parte de la Fiscalía de Núñez-Saavedra, a cargo del doctor José María Campagnoli.
El riesgo del monóxido de carbono
Este hecho renovó las advertencias sobre el peligro mortal que implica la intoxicación con monóxido de carbono, y los riesgos que deben tomarse. Es que se trata de un gas muy tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. De esta manera, reduce la capacidad para transportar oxígeno de la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que les llega.
El principal inconveniente es que es llamado como un "enemigo silencioso e invisible", dado que no tiene olor, color, sabor y tampoco irrita los ojos ni la nariz. Las intoxicaciones con monóxido de carbono son más frecuentes en épocas frías, porque aumenta el uso de todo tipo de calefactores y porque suelen cerrarse las puertas y ventanas impidiendo la llegada de aire fresco, y también la salida de los gases tóxicos que se acumulan en el interior de las viviendas (deficiente presencia de oxígeno).
Por todo esto, se recomienda controlar la instalación y el buen funcionamiento de artefactos, mantener los ambientes bien ventilados, no usar el horno u hornallas de la cocina para calefaccionar el ambiente y no mantener recipientes con agua sobre la estufa, cocina u otra fuente de calor, entre otras recomendaciones. Producto de esta situación, se reporta entre unas 80 y 120 muertes por año a lo largo del país.