En el corazón de la Comuna 12, una mujer fue asaltada pero pudo recuperar su celular gracias a la valentía de los vecinos.
El pasado viernes, un hecho que parecía ser un robo más en la Ciudad, tuvo un final tragicómico gracias al accionar de los vecinos que se involucraron y lograron detener a uno de los asaltantes que al momento del hecho iba en moto.
En la mañana, previo al fin de semana de carnaval, una mujer fue asaltada en el barrio de Villa Urquiza cuando dos motochorros le arrebataron el celular de forma violenta. Sin embargo, el propietario de una cerrajeria de la zona vio la secuencia delictiva y sin pensarlo arrojó a los asaltantes un casco de moto que tenía a mano.
El delito tuvo lugar en la calle Mendoza, casi esquina Triunvirato, en pleno corazón de Villa Urquiza y una zona por demás transitada. Gracias a las cámaras de seguridad, se pudo ver toda la escena, incluido el momento en el que uno de los delincuentes cae al piso y golpea la cabeza con una maceta, luego de ser tumbado por el casco que arrojó el vecino.
A pesar del golpe, el delincuente se levantó tras el golpe y se dio a la fuga. Esto motivó que otros vecinos lo persiguieran hasta dar con él, arrojándole cajones de madera de verdulería hasta tirarlo nuevamente.
Nuevamente en el piso, el motochorro fue alcanzado por otras personas que se encontraban en el lugar y que se abalanzaron sobre él para reducirlo. Los “héroes” de la jornada lograron hacerse con el celular de la víctima para devolvérselo así a la policía.
A pesar de que lograron detener a uno de los delincuentes, el segundo en cuestión se dio a la fuga y no fue detenido hasta el momento, aunque continúan las búsquedas del mismo.
En diálogo con TN, el cerrajero que arrojó el casco contó lo sucedido: “Cuando veo que los motochorros vuelven por la misma vereda, me asusté. Cerré la puerta porque pensé que me iban a robar. Pero después agarré lo primero que tenía a mano y estaba el caso, por eso le lancé un ‘cascazo’. Cuando le pegué no lo podía creer. En eso veo al verdulero, que es nuestro vecino, que viene corriendo con un cajón”, explicó.
“Lo acorralamos entre todos los vecinos y logramos que la chica recupere su teléfono. Lo estaban golpeando y después justo llegó la policía”, concluyó su relato de la historia que podría haber terminado peor pero tuvo un buen final.