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Violento robo en Villa Urquiza

 

Dos delincuentes robaron una vivienda ubicada en Combatiente de Malvinas y Sucre (Villa Urquiza), aledaña a un taller mecánico especializado en escapes aprovechando que el dueño del mismo había subido a buscar unas facturas que agentes de la AFIP le estaban solicitando. 

El hecho se llevó a cabo cuando unos agentes de la AFIP se hicieron presentes en un taller mecánico ubicado en una esquina del barrio porteño de Villa Urquiza.  En determinado momento, los recaudadores le exigieron a Héctor –dueño del local- facturas del pago de servicios que éste guarda en el primer piso de la vivienda desde que una inundación le mojó todos sus documentos hace unos meses. 

El hombre abrió la reja y la puerta de su casa y ese fue el momento que los investigadores creen que fue aprovechado por dos malvivientes armados para ingresar al domicilio con fines de robo.  Sin embargo, los delincuentes esperaron a que Héctor bajara al local y despertaron a su hija, Débora, para que los llevara al lugar donde éstos creían que guardaban dólares.  Débora, una de las personas que se encontraban en el lugar en la escena del delito contó que los asaltantes le preguntaban "dónde estaban los dólares" mientras la zamarreaban del brazo. 

Al parecer, los delincuentes contaban con logística propia ya que se comunicaban constantemente por equipos Nextel con otros integrantes de la banda, ubicado en el exterior de la vivienda.  "Abrieron la puerta del cuarto donde estaba durmiendo, me mostró el arma y me dijo ´no grités´ y todo el tiempo me pedían ´plata, plata´. Encontraron 200 dólares y me preguntaban dónde estaba el resto", explicó Débora quien además relató que uno de los delincuentes estaba tan drogado que no podía hablar. "En un momento, el que tenía el arma le dijo al desarmado que me mate", explicó la joven. 

En cinco minutos, que a la joven le parecieron muchos más, los delincuentes se hicieron con los doscientos dólares –que los dueños de casa reservaban para pagar obligaciones impositivas-, una computadora, un celular, cadenitas y anillos varios y 7 mil pesos que el hermano de Débora reservaba para pagar repuestos.  "Era plata que íbamos a usa para pagar los impuestos.

No somos gente de dinero, somos gente trabajadora. Lo que más me indigna es que ayer por noche vino al sub comisario de la 39 diciéndome que es raro, que desde que él asumió en enero, en esta zona no pasa nada. Ahora que están ustedes vienen todo el tiempo.", explicó la joven. 

Tras abarrotarse con el botín, los ladrones maniataron a la joven con cordones de zapatillas y llamaron por un "handy" a otra persona para que los pase a buscar con su auto.  Tras el hecho, la joven comentó que “no puede dormir de noche” por el mal momento vivido y pide urgentes medidas para que esto “no vuelva a suceder”. Fuente: Diario 26