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Historia de superación: vivió en la calle y ahora trabaja en el parador del Parque Sarmiento

 

El barrio de Saavedra es por estas horas testigo de un gran ejemplo de superación. Raúl Pernía, de 64 años, dio "la vuelta perfecta": actualmente, trabaja en el parador que acoge a personas en situación de calle durante la pandemia en el Parque Sarmiento. Pero hace cuatro años, él era uno de ellos: uno de los tantos vecinos "sin techo" de la Ciudad de Buenos Aires.

“Yo estuve de rodillas pero ahora estoy de pie y puedo dar lo mejor de mí”, cuenta este hombre sobre su historia de vida. Nació el 2 de enero de 1956 en Ramos Mejía. Tuvo allí una infancia a la que define como "normal". Terminó el secundario en el partido de Tres de Febrero y llegó a cursar 30 materias de la Carrera de Ciencias Económicas. Mientras tanto, empezó un emprendimiento en "pastelería", oficio del que se recibió.

Sin embargo, el negocio no funcionó, y la vida de Raúl pegó allí un brusco giro. Hacia finales de 2014 se vio sin dinero para pagar el alquiler del departamento en el que vivía, se convirtió en otra persona en situación de calle. "La primera noche no podía encontrar un lugar dónde dormir, no sabía qué hacer. La Navidad de ese año la pasé sentado al costado de la Gral. Paz. Con el tiempo, para descansar, me subía al tren San Martín y viajaba hasta Cabred. Así pasaba las noches", rememora.

En ese estado de desamparo vivió durante varios años. Y en un momento, decidió trasladarse a la Ciudad. Una tarde de febrero de 2018 lo encontró en la calle Andonaegui, en uno de los extremos del Parque Sarmiento. "Era la primera vez que andaba por ahí", reconoce Raúl. "Entre charla y charla con la gente que estaba en la puerta comenzamos a generar más confianza", continúa su relato. Un grupo de empleados le contó su situación a los directivos del parque situado en Saavedra.

 

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La dirección del Sarmiento, encabezada por Sebastián Calvo, le ofreció dormir y utilizar los baños del lugar. "Pero yo quise que sea recíproco, entonces, me ofrecí a colaborar en lo que se necesite", explica Pernía. En diciembre de 2019, finalmente desde la Secretaría de Deportes porteña le ofrecieron convertirse en empleado y, como explica, "recuperar la dignidad del trabajo".

Desde entonces, Raúl trabaja en la logística de los depósitos del Parque Sarmiento, fiscalizando "lo que entra y sale", como dice el hombre. Su parábola se completó desde finales de marzo, cuando el Gobierno de la Ciudad dispuso en el lugar uno de los paradores que acoge a 150 personas en situación de calle. Pernía es uno de los serenos del mismo, y presta también múltiples colaboraciones. 

"La situación no es sencilla.  La calle es tremenda y dolorosa. Charlo mucho con algunos de ellos, nuestras historias tienen puntos en común. La verdad, me siento bien con lo que estoy haciendo", rememora Raúl, vestido ya con la ropa de los trabajadores del Parque Sarmiento y, sobretodo, de pie. 

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