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Ley Ómnibus: debate sobre el desfinanciamiento a las bibliotecas populares


Jorge Machín, presidente de la Biblioteca de Saavedra, nos cuenta la visión sobre la crisis que podrían sufrir las bibliotecas populares.


En medio de la crisis económica que vive el país hace tiempo, y con la discusión de la Ley Ómnibus que desde ayer se resolvió que vuelve a foja cero, se debate un eje cultural que afecta a todos los barrios porteños y de cientos de distritos como lo son las bibliotecas populares.


En el caso de la Comuna 12, dos lugares de referencia son la B.P. Cornelio Saavedra, ubicada en Avenida García del Río 2737, y otra de renombre que recibe al igual que esta el gran apoyo de la comunidad es la de la Estación Coghlan, que se encuentra en Estomba 2649.

 


En ese sentido, una de las principales búsquedas que se dan en la lucha de los vecinos y organizaciones, es lograr que no se desfinancie los recursos con los que cuentan las bibliotecas populares.


En ese sentido, la Biblioteca de la Estación Coghlan realizó una suelta de libros el pasado 27 de enero en ese mismo lugar. Para conocer la actualidad y la defensa que se hace en la comuna respecto a los recursos, hablamos con Jorge Machín, presidente de la Biblioteca de Saavedra, que realizó primero una puesta de contexto histórico.


“La propuesta de la biblioteca es hacer conocer esta gran preocupación que existe en cuanto a su situación, vinculado a que tienen -las bibliotecas populares- una larga historia. La del barrio tiene ya 105 años. Ha existido una política publica que ha hecho posible que haya 1500 en la Argentina, que es la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares”, explicó en primer medida sobre el nacimiento de ellas.


Una de las principales funciones que tienen es la que ha dado una referencia común a todas las bibliotecas del país, para la compra de libros, con descuentos especiales, además de ayuda económica. Al respecto, detalló que “hay bibliotecas de distinto nivel, la nuestra tiene alternativa porque hay muchas actividades, pero sí para algunas que se encuentran en zonas con pocas condiciones. Son ayudas centrales para sustentar la biblioteca. La compra de libros se ha hecho mucho mas difícil. Ahí la biblioteca brinda un servicio actualizado y accesible”.


“Hay otras bibliotecas muy buenas como la de la estación Coghlan que promueve la suelta de libros, esta idea de llevar la comunicación al barrio pudiendo acercar un libro a la biblioteca. En épocas difíciles hay que estar unidos. Es defender una tradición, que se sostienen por el apoyo de la comunidad”, resaltó Machín en torno a la última movilización.


Finalmente, respecto al debate de la ley que quiere sancionar el oficialismo, Machín evidenció lo que refiere a las bibliotecas populares: “El eje central ha sido la discusión de la Ley Omnibus que incorporaba en su texto inicial una eliminación de los recursos para la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares)”.


Sobre el financiamiento, argumentó que “los recursos no son de presupuesto nacional, sino un tipo de tasa especifica que se vincula a los juegos de azar, en el cual los premios tienen un descuento. Ese fondeo es el 80% de las bibliotecas que se vuelca directamente y eso se ve, por ejemplo, la Feria del Libro”.

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